Un gol que por siempre acompañará a Guarirapa

24/09/2020

La espera desde sus casas con entrenamientos individuales fue tediosa. Luego en los primeros días de junio se regresó a las canchas para practicar con los compañeros, con la mira puesta a lo lejos en la copa internacional, vitrina para todos los jugadores que sueñan con triunfar lejos de la tierra que los vio nacer. 

 

Los días pasaban y el cuerpo técnico siempre se las ingenió para mantener al grupo motivado. La falta de juegos amistosos se compensó con trabajos específicos en los que se hizo especial énfasis en la definición. Noel Sanvicente como director técnico se paraba en el punto penal y le explicaba a los volantes, quienes se encontraban en los extremos como debían centrar, mientras que por el medio llegarían los atacantes, entre ellos Saúl Guarirapa y Alexis Blanco, encargados de cabecear la esférica o rematar los balones de primera. 

 

Con bromas y chistes se le pedía al chamo que se soltara en la cancha y dejara la timidez. Que supiera cómo atacar la pelota, arquear su cuerpo al momento de saltar y darle dirección de red una vez que golpeara con la frente el balón. Los duelos y las risas se desarrollan con su compañero argentino, quien casi le dobla la edad y con quien ha establecido una amistad. 

 

"El Oso”, ese aliado en las prácticas, fue de los primeros en acercarse a felicitarlo una vez que Guarirapa anotó el golazo que le dio la victoria al Caracas sobre Libertad. “Nos arrodillaron y le agradecimos al padre”, comentó un día después, en un gesto grupal que nunca se le borrará de su memoria.  

 

Ocho minutos más tarde el árbitro principal se llevó el silbato a la boca para decretar el final del encuentro. El chamo se arrodilló en la cancha para dar gracias nuevamente y no creía lo que acababa de suceder. Blanco se le acercó para levantarlo del suelo y con un fuerte abrazo expresarle: “Te lo dije hermano”

 

El día siguiente fue distinto a cualquier otro que haya tenido en su corta carrera como futbolista. Atendió a varios medios de comunicación puesto que su teléfono no dejó de repicar a cada rato, pero al mismo tiempo sabía que ese triunfo era historia pasada  y que había que seguir remando para poder alcanzar el objetivo que se planteó el grupo una vez se reincorporó a los trabajos en el mes de junio. 

 

“Todo esto lo tomo contento. Como una gran alegría porque se trabajó mucho desde que estaba en mi barrio Sierra Maestra para llegar aquí. Eso sí, tenemos que asegurar los tres puntos la próxima semana (ante Deportivo Independiente Medellín) para asegurar la clasificación a los octavos de final”, sentenció el jugador pocos minutos antes de dirigirse a un nuevo entrenamiento en Cocodrilos Sport Park.  



Escrito por: Héctor Rojas


Próximos Partidos