06/10/2021
Desde los tres años de edad patea una pelota, pero no fue sino hasta los 17 que la pateó con la convicción de que entrara al arco en el Estadio Olímpico de la UCV, en la máxima categoría del fútbol profesional venezolano y con la mirada atenta de sus compañeros, los rivales y todos los que seguían el partido en directo por la televisión o la radio. Desafortunadamente por unos centímetros, el tiro libre cobrado por Noel Alejandro Sanvicente Rivas no llegó al fondo de la red, lo que hubiese significado un debut más que soñado en la primera división.
“Tenía poco tiempo de haber ingresado y un pase de Junior Moreno me quedó con la derecha y me dieron por detrás para hacerme la falta. Creo que en parte la busque porque confiaba en mí pegada” es lo primero que recuerda de la acción Noel Sanvicente varios días después.
Detrás de la pelota se pararon Eduardo Fereira y Noel Sanvicente, pero se sabía que si éste último entraba a la cancha y había un tiro libre tendría la libertad para pegarle. De igual forma todos los compañeros e integrantes del cuerpo técnico que se encontraban en la banca lo aupaban para que ejecutase la falta, mientras el padre desde su zona para dirigir observaba atentamente con cierto brillo en los ojos.
“Le pegué duro y el disparo iba con fuerza. Lástima que se me abrió al final, porque le di con mucha comba y cuando fue llegando al arco se abrió, por lo que quizás lo que faltó fue que la pelota fuese más centrada, quizás así entraba. Le comenté a mi papá cuando llegamos a la casa y ya había pasado todo que si hacía ese gol me iba a quitar la camisa, y entonces bromeó conmigo que si lo hubiese hecho me multaba y yo le respondí que no me importaba (entre risas). Hubiese sido un sueño para mí” relató Sanvicente Jr, quien también recordó lo orgullosa que estaba su mamá, Bismary Rivas, tras el debut en el profesional de su hijo menor.
Técnica depurada.
Noel Alejandro Sanvicente (10-06-2004) es un delantero cuya principal fortaleza se pudo observar ese día ante Lala FC, el cobro de las faltas. “Desde los siete años me he puesto a patear los tiros libres. Allí comencé a notar que mi pegada era buena, y desde la categoría menores siempre el que cobraba los tiros libres era yo, a pesar de que el nivel de ese momento (la niñez) no es comparable con el de ahora, pero siempre me he destacado en cada una de las categorías en ese aspecto”, comentó el chamo, quien también ha sido dirigido por Henry Vásquez, Pablo Ferreira, José Bello y hoy en la sub-17 por Ederson Dos Nascimento.
Por último, indicó que observa detenidamente a los mejores para perfeccionar su pegada. “No es que los imite, pero me he fijado en cómo le pega los tiros libres Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Me fijo en cómo se paran, la tranquilidad que tienen previo al cobro de la falta y lo calmado que son, porque si te estresas lo más seguro es que falles el disparo” explicó.
Un apellido que pesa en el fútbol venezolano
Un refrán muy venezolano reza: “hijo de gato caza ratón” y siendo el hijo del técnico más laureado en la historia del fútbol venezolano, Noel “Chita” Sanvicente, el hijo debía salir futbolista. Quizás debería significar una presión extra para él, pero lo maneja con mucha tranquilidad.
“Siempre he dicho que después de la tormenta viene la calma. Hemos pasado por momentos duros en la familia con respecto al fútbol y al ser el técnico más ganador en Venezuela siempre habrá presión, pero creo que ya he madurado en ese sentido, sé cómo manejar ciertas cosas, porque durante toda mi vida he visto cómo se maneja el fútbol y la cosas que envuelven a este deporte” comentó el futbolista.
Tener a Noel “Chita” Sanvicente como padre y principal guía en el deporte le ha enseñado muchas cosas, pero el mayor aprendizaje sin que suene a cliché es que “para lograr las cosas necesito trabajar, esforzarme y dedicarme sin conformarme con nada; por ejemplo ya debuté y no debo quedarme con eso, sino más bien adquirir experiencia para que se me sigan dando oportunidades” subrayó.
Al tener una corta carrera tiene pocos momentos que pueda considerar memorables. No oculta que el debut marcará un antes y un después, pero también recuerda cuando llegó al Caracas FC proveniente del Deportivo La Guaira.
“En la sub-14 me dieron la confianza y estaba en un muy buen momento, al punto de que estaba cerca de que me convocaran a la selección. Cuando recuerdo esos goles me pongo contento porque se dieron en una etapa muy importante para mí” indicó.
Sacrificios de la profesión.
Lo habitual en un joven de 17 años es reunirse con sus amigos y asistir a fiestas los fines de semana, rutinas que son ajenas a estos chamos que se dedican los fines de semana a jugar partidos de fútbol.
“Siempre habrá tiempo para todo. Hoy mi prioridad es el fútbol y los estudios. Si voy a una fiesta, la fiesta no me va a servir en cinco años, pero lo más importante es esforzarme en lo que estoy trabajando, porque a pesar de tener 17 años este es un trabajo ya. Yo antes no lo entendía porque era más pequeño, pero en los últimos años he entendido mejor las cosas y he acumulado experiencia. Para mucha gente el fútbol es un hobby y la verdad no es así, es un trabajo del que come tu familia, por eso cuando se pierde un partido importante la cara de los profesionales en cancha es como es” reflexionó.
Lejos de la cancha.
“Me gusta el trap y el reggaetón. En la casa no se escucha mucha música habitualmente, quizás cuando mi hermana (Valeria) y yo hacemos ejercicios, y cuando hay alguna fiesta o reunión nos repartimos la música” comentó.
Escrito por: Héctor Rojas
