29/01/2020
Tras un fuerte golpe emocional, el volver a la rutina se vuelve una necesidad para cualquier persona, bien sea natural o institucional. Es por ello que el Caracas Fútbol Club ha regresado a los entrenamientos para mejorar las acciones tanto ofensivas como defensivas de la versión 2020 que arrancará oficialmente este domingo en el estadio Olímpico de la UCV frente a Estudiantes de Mérida. Fue precisamente en la zaga la zona de la cancha en la que más se produjeron cambios, es por ello que se trabaja en esa línea con más ahínco para llegar afinados a la primera jornada del campeonato.
“Se fueron varios de los muchachos que jugaban conmigo pero afortunadamente llegaron compañeros que pueden hacer el mismo trabajo. Jugadores que se desempeñan muy bien como “Kaki” (Carlos Rivero), (Diego) Osío o el “Morocho” (Javier) Maldonado y entre todos seguimos conociéndonos de cara al inicio del torneo”, comentó de entrada Rosmel Villanueva, defensor central campeón en la temporada pasada.
La línea defensiva tiene una complejidad alta, puesto que todos los jugadores deben estar coordinados. De allí que los movimientos se practiquen y se repitan constantemente en las prácticas para que en los partidos surja de forma natural.
“La idea de juego que hemos traído del año pasado los muchachos la han asimilado tras la explicación del profe “Chita” (Noel Sanvicente) como del profe Mauro (Maurizio Lázzaro). Sobre los movimientos que hay que realizar tenemos que manejar el mismo idioma para estar claros de lo que vamos a jugar en cada partido. En Medellín pusimos en práctica muchos de esos movimientos en los amistosos, que nos sirvieron para afinar esos pequeños detalles que marcan la diferencia”, explicó Villanueva.
Rosmel se refiere a esos pequeños detalles que por lo general en los partidos surgen de forma automática. Los pases de primera entre los defensores son aspectos del juego en los que no se debe permitir el más mínimo error, puesto que un balón perdido en esa zona de la cancha es una ocasión manifiesta de gol para el equipo contrario.
“Son movimientos que nos lo ha enseñado él (Noel Sanvicente). Que circulemos la pelota más rápido, que le demos más chance al último compañero que va a salir jugando para que tenga más tiempo de conseguir espacios, saber en que momento le toque romper, jugar de primera o a dos toques; son trabajos que se hacen en la defensa para mejorar los movimientos porque una vez en el partido uno como jugador es el que decide”, indicó Villanueva en referencia a lo ensayado con los compañeros.
Conclusiones de Colombia. “Sirvió mucho para agarrar ritmo de juego en los amistosos porque fueron equipos que saben jugar. Y en lo humano esos diez días nos ayudaron para la unión del grupo, porque a los que llegaron se les hizo un pequeño bautizo, hay muchos chamos jóvenes y quienes tenemos un poquito de experiencia debemos saberlos ayudar y aconsejar. Pero reitero que es un grupo muy sano”, concluyó el central de 27 años de edad.
