26/06/2019
En la cancha trabaja incansablemente semana tras semana como uno más. A veces le tiene que poner un extra, porque el apellido que tiene en la espalda representa mucha historia en los arcos del fútbol venezolano, por eso no deja para la sospecha que algún logro obtenido se lo hayan regalado. Todo se lo ha sudado, pero al ser tercera generación de porteros entiende que debe cumplir con los pronósticos y seguir la fructífera carrera del abuelo Vicente y del padre Renny.
Jesús Vega (07-08-2002) es uno de los 14 juveniles que realiza la pretemporada con el primer equipo. Sus cortos 16 años no hablan de la capacidad que tiene bajo los tres postes. Sus condiciones lo llevaron a vestir la camiseta de la selección nacional sub-17 y está entre sus objetivos a mediano plazo llegar a la sub-20 cuando comience el nuevo ciclo a finales de año. En el día a día su meta pasa por consolidarse en el arco de la sub-19 del Caracas Fútbol Club y absorber todas las enseñanzas que día a día le dejan sus técnicos de la categoría y Michel Cofrades, preparador de porteros de la primera división.
Chuchu, apodo que adoptó desde que nació según recuerda, cumple su segunda pretemporada bajo las ordenes de Noel Sanvicente y todo su cuerpo técnico. Trabajar con la primera te ayuda a mejorar. Se agarra más experiencia y nos ayuda mucho en nuestra formación, porque trabajar con profesionales es diferente, todo cambia, analizó Vega.
Considera que su juego ha evolucionado en gran manera desde que llegó al club en enero de 2017. He mejorado en mi salida con los pies y en la velocidad. Aunque también tengo que mejorar en otros aspectos, como hablar un poco más en la cancha y al momento de salir del arco tras los cambios de frente o los tiros de esquina, comentó.
El legado. Son muchos los casos padre-hijo que se han visto en el fútbol, pero pocos en los que tres generaciones se destaquen y vistan el arco de la Vinotinto. La gente lo ve como una presión. Obviamente si pudiese generar algo porque ambos estuvieron con la Vinotinto, pero yo lo tengo que tomar de forma tranquila y esperar seguir los pasos de ellos, afirmó con serenidad.
Al momento de decidirse por ser arquero confesó que la influencia de su padre tuvo poco que ver. Desde pequeño me gustaba jugar. Pero ocurrió que cuando pertenecía a la sub-8 de la UCV Aragua (su equipo hasta 2016) el entrenador no tenía porteros y buscaba a alguien que ocupara la posición. Allí mismo le dije yo mismo soy, yo me meto, lo hice y allí quedé. Aunque cuando juego una caimanera nunca voy al arco, recordó entre risas.
Tiene características parecidas a su padre. La colgadita viene de los genes o agarrarla con una mano. Lo aprendí de él de tanto verlo y me gusta hacerlo porque es distinto a los demás. Hoy me sale natural, subrayó.
Hace varias semanas se encontraron en la cancha del complejo deportivo Fray Luis de las Mercedes previo al partido entre el Caracas y el Deportivo La Guaira. Renny Vega trabaja con el conjunto litoralense, pero de todas formas previo al partido le deseó éxito y que le fuese lo mejor posible ese día. El resultado no acompañó a los Rojos del Ávila, pero Chuchu ya piensa en la fecha de la revancha (28 de septiembre) en la que asegura la historia será distinta.
Mientras tanto sigue esforzándose día a día. Motivado al ser tomado en cuenta para la pretemporada con los jugadores de primera y enfocado en hacerlo bien con su equipo sub-19 en la Serie Élite sábado a sábado. Sé que los porteros llegamos a primera cuando menos se lo esperan. Por eso deseo que cuando me toque debutar estar preparado sea como sea y hacerlo de la mejor manera posible, concluyó.
